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En verano las tiendas náuticas viven un pico de consultas sobre cabos. Convertir cada pregunta en una oportunidad de fidelización exige ir más allá de “este sirve y punto”. Con estas 4 claves dominarás el diagnóstico rápido, recomendarás con rigor técnico y reforzarás la autoridad con tus clientes.

 

1. Empieza por la aplicación real del cliente

 

Pregunta primero: ¿dónde irá el cabo, con qué carga y qué tipo de barco?

Organiza mentalmente:

Aplicación Propiedad crítica Ejemplo Regatta
Driza Baja elongación EYRE Ref. 07012
Escota Agarre cómodo STAR CUP Ref. 00605
Amarre Resistente a la abrasión AUCKLAND Ref. 07007

Tip expositor: Ten en tu expositor diferentes referencias para que el cliente observe y toque la diferencia.

 

2. Domina las propiedades clave y sus materiales

 

Por ejemplo:

  • Dyneema® SK78: 85 % más ligero que el cable de acero a igual resistencia y con elongación mínima, ideal para líneas de control de alto rendimiento.

  • Polyester: bajo estiramiento y gran resistencia a UV, perfecto para escotas y maniobra general.

  • Nylon: alta elasticidad, la mejor opción para amarras que absorben golpes de ola.

 

 

3. Calcula diámetro y carga en segundos

 

  1. Pide la eslora de la embarcación y la carga prevista.

  2. Aplica la regla rápida: carga de trabajo ≈ 20 % de la carga de rotura declarada.

  3. Sugiere el diámetro mínimo con un 25 % de margen de seguridad.

 

4. Explica mantenimiento

 

Explica brevemente como prolongar la vida del cabo: aclarado dulce, secado ventilado, inspección visual de pelusas.

Luego puedes ofrecer accesorios (guardacabos, cintas anti-UV) . El cliente se irá con la solución completa y recordará la atención experta de tu tienda.

Seguir estas cuatro claves transformará a tu equipo en asesores de confianza y te posicionará como la tienda de confianza de tus clientes.